El pino del Teleno el vencedor del fuego

Tras el brutal incendio de estas masas de pinar del Teleno, llegará el momento de estudiar y valorar cuáles y cómo tendrán que ser los trabajos de restauración de la zona quemada. En cuanto a la restitución de la cubierta vegetal, se cuenta con la extraordinaria capacidad de regeneración del pino de la zona, lo que hará que los trabajos de repoblación solo se lleven a cabo en lugares muy concretos y para otras especies.

Plántulas de pino emergiendo del incendio del 13-S del 98

Este pino resinero de la Sierra del Teleno, Pinus pinaster, es una especie autóctona de la zona (la única de este pino en la provincia) que con el paso del tiempo ha conseguido una serie de adaptaciones que le han permitido soportar las duras condiciones ecológicas de la montaña.

No solo eso, también hace frente a los frecuentes fuegos que de forma natural se han venido sucediendo, principalmente por las tormentas de verano, y de los que se ha servido para hacerse dueño de la Sierra frente a las otras especies arbóreas que la pueblan como robles, abedules, serbales, alisos, … formando un área de unas 15000 hectáreas de pinar continuo. De hecho, análisis polínicos realizados en Tabuyo del Monte constatan como el pinar ha venido aumentando su distribución en los últimos 300 años, a medida que la presencia del fuego se iba haciendo más repetitiva de la mano del hombre.

Pinar ardiendo en el incendio del 20-A del 2012

Las adaptaciones que presenta no solo le permiten resistir el fuego en mayor medida que el resto de los árboles, sino que llega a aprovecharlo a su favor para regenerarse, rejuvenecer sus masas y ampliar su distribución a costa de que las llamas eliminen a sus competidores. Esta estrategia de supervivencia puede resultar difícil de entender debido a la consideración totalmente negativa con la que miramos al incendio por la destrucción que deja tras su paso. Todo lo que habíamos trabajado e invertido en conseguir unas masas adultas se va al traste en cuestión de minutos y decimos que nosotros no volveremos a ver esos bosques como antes.  Lógicamente nosotros lo medimos todo en nuestra escala temporal humana poco comparable con la que presentan los árboles y la evolución del ecosistema; también porque damos más importancia al individuo que a la especie. Hemos olvidado la regla natural que dice “lo importante es que perviva la especie no el individuo” siendo las semillas que encierran las piñas de sus copas el germen para que surja una nueva generación de plantas sobre las cenizas que deja atrás el fuego.

Estas adaptaciones y estrategias que se fundamentan en el ancho grosor de la corteza,el

Pinos de menos de 1 m , con piñas fértiles

amplio banco de semillas (que almacenan en las copas durante muchos años) y la rapidez con la que alcanzan la madurez sexual, hacen de este pino de la Sierra del Teleno un auténtico superviviente del fuego. Sólo hay que fijarse en la alta regeneración que se produjo, y que ahora ya es completamente visible, tras el gran incendio de Tabuyo del 98, con 100.000 individuos por hectárea a los dos años del suceso. Esta capacidad de superación que presenta, así como el que sea capaz de vegetar en estos enclaves de suelos ácidos y pobres, de pluviosidad escasa y temperaturas frías han, de poner en valor a estos pinos y desterrar la mala fama que desde algunos sectores le han querido asignar.

Vista la extraordinaria capacidad de regeneración de este pino, los problemas que se pueden presentar son otros: la recurrencia de los incendios, hay zonas quemadas del regenerado procedente del incendio de 1998 en las que  parte de los pinos pueden ser todavía inmaduros;  la erosión del suelo que se origina por el viento y el agua al quedar el terreno desnudo, y que implica la pérdida de materia orgánica, necesaria para que se asiente la cubierta vegetal;  y el tiempo necesario en volver a establecerse un bosque maduro como el que se encontraba antes del incendio. Habrán de realizarse las oportunas labores selvícolas para conseguir unos árboles capaces de cumplir con su función protectora del medio ambiente y que al mismo tiempo puedan proveer los recursos que aprovechaban estos pueblos.