El Pino de Valle Fondo

Era el pino más grande que habitaba los montes de Tabuyo. Árbol Monumental, como gusta llamarles hoy en día a este tipo de ejemplares únicos en su especie, reinaba majestuoso sobre sus hermanos (Pinus pinaster) con la magnificencia de saberse el más grande y con la sabiduría que le otorgaban todos esos años de vida en el monte, había pasado por incendios, plagas, el ganado, los jabalíes, los corzos, fue resinado en todas sus caras, … pero el 20 de agosto de 2012 iba a librar la que sería su última batalla.

Las llamas que asolaron su más recondita estancia, el Valle Fondo o Valdefondo, quemaron a sus iguales y a los distintos robles, abedules, salgueras, … que acompañaban al arroyo que cruza este valle en su discurrir. Llegó el fuego y el Gran pino le plantó cara con su ancha corteza y alta copa, como en otras ocasiones, pero la lumbre descubrió su punto más débil, la madera enresinada (tea) por todos aquellos años que fue sudando a manos del hombre y del ácido, y que una vez finalizada la extraccción, cristalizo en su corazón de madera, y que ahora, despojada de su coraza, quedaba desnuda. Quemado el corazón, el viejo Grande no pudo soportar más el peso de su poderosa copa y quebró, el estrépito, a modo de sonora despedida, debió ser oído en todo el valle y el silencio que deja ahora a quien lo contempla merecería también ser «oído», como respetuosa despedida, al que fue el pino más Grande de Tabuyo.